El caballero de la armadura oxidada

...i, cry, when angels deserve to die...

29.6.09

Mi primera tarde de San Juan...

Los rayos de sol se colaban entre los tejados de la ciudad terminando de iluminar aquella tarde de verano. El jaleo del trafico apenas se escuchaba desde la terraza y se podia sentir la fresca brisa que aliviaba el pesado calor que se habia hecho sentir durante todo el dia.

A un par de palmos el fuego terminaba de consumir lentamente un viejo dibujo que hacia mucho tiempo merecia la condena que ahora mismo sufria.

En mi mano, sosteniendo con nervios, un papel doblado sobre si mismo unas cuantas veces, dejando a la vista unas cuantas palabras escritas en color rojo. Aquel papel estaba condenado al mismo destino que el del dibujo ahora ya convertido en cenizas.

No. Esa no era manera de terminar. Con cuidado desdoble el papel y mire el rostro que guardaba aquel folio. La luz ilumino el retrato dividido por las lineas de los doblezes. Aun asi se veia hermosa. Sus ojos continuaban brillando.

Con cuidado le di la vuelta al papel para mirar el reverso del folio y contemple como las palabras sueltas que se habian dejado ver antes, ahora habian formado una carta entera escrita con una caligrafia burda, de mala manera y con bastante prisa. Apenas podia llegar a entender aquellas palabras que habian sonado tan claras en mi mente hacia unos minutos cuando las habia escrito y ahora estaban tan borrosas y tan lejanas. Letra tas letra y palabra tras palabra, aquella carta reflejaba las cosas que eran necesario olvidar. Me gustara o no.

Con cuidado aproxime la llama a la esquina del folio y en un primer instante la hoja de papel parecio repeler la delgada lengua de fuego. Pero era solo una ilusion. Poco a poco el papel empezo a prender y las llamas empezaron a consumir toda la parte superiro del folio. Deborando el verde paisaje que se podia contemplar en aquella fotografia.

Queria verla arder. Pero los caprichos del destino me negaron ese ultimo placer. Encuanto la llama se aproximo a su piel. El folio se encogio sobre si mismo en una pelota. Su brillante pelo ardio. Sus profundos ojos ardieron. Su redondeana nariz ardio. Sus humedos labios ardieron. Pero yo no lo vi. Puede que fuera el destino, algun sentimiento oculto que se negaba a marcharse, o simplemente que su presencia impidiera que aquello ocurriera como una vez me lo pidio. Puede que fuera mejor asi.

Poco a poco las llamas descendieron acercandose a mi mano y el dolor me hizo soltar lo que quedaba del folio. Alli encima de las losas de la terraza aquella foto, aquella carta, aquella imagen y aquellas palabras terminaron por consumirse lentamente. Pocos segundos despues, con las llamas ya apagadas, solo quedaba un pequeño monton de cenizas. Solo? No...

Algo parecia haber sobrevivido al fuego, alguna parte que se habia salvado de las llamas. Alargue mi mano hasta las cenizas pero antes de que mis dedos pudieran tocarlas el viento soplo. Y como en las peliculas la el viento arrastro todas aquellas cenizas, esparciendolas por toda la terraza, haciendolas desaparecer, alejandolas de mi. Solo quedo aquella esquina del folio que se habia negado a consumirse.

Dudando despues de aquello, cogi con cuidado aquel pedazo de papel. Desdpues de aquel momento especial ¿Que era lo que el destino habia salvado del fuego? ¿Su mirada? ¿Sus labios? ¿Su nariz rechoncha? El trozo de la imagen que correspondia con aquella esquina, era completamente irrelevante, pero al darle la vuelta por el lado escrito, se podia ver las ultimas palabras de la carta.

"...poder volver a empezar otra vez de 0. Pablo"

Se habian quemado, sentimientos, ilusiones y esperanzas. ¿Pq se habia salvado aquel ultimo deseo?

No lo se. Y no me importo. Acerque aquel trozo de papel otra vez a la llama y poco a poco desaparecio consumido por el fuego...